Emprender es sinónimo de ilusión, liderazgo y, por qué no, de dinero.
Muchas personas comienzan su negocio pensando que con tener una buena idea y venderla bien es suficiente. La mayoría de ellos, consiguen tener un buen número de clientes y, cuando llega el momento de escalar, acaban muriendo de éxito.
Pero, para emprender, también hay que contar con estructura.
¿Tienes el control de las tareas que te ocupan cada día…
…o se te acumulan mientras vas corriendo de un lado para otro apagando fuegos?
¿Cuentas con un proceso de venta optimizado y claro para ti y para tus clientes…
…o te has olvidado en más de una ocasión de algún paso?
¿Has incorporado herramientas digitales para liberarte de tareas repetitivas y centrarte en las acciones estratégicas de tu negocio…
… o siguen absorbiéndote día tras día?
¿Lo tienes todo preparado para cuando llegue el momento de delegar…
… o ya has delegado y aún así sientes que no es suficiente y sigues sin tener tiempo para ti y para los siguientes pasos de tu negocio?