
¿Sientes que la falta de tiempo se ha convertido en tu mayor limitación?
Sin darte cuenta te has convertido en un pequeño hámster que no para de correr
Y es que, parece que la libertad que prometía el emprendimiento sólo está al alcance de unos pocos que tienen, o mucho tiempo para abordarlo todo o, mucho dinero para comprar herramientas sofisticadas y contratar a un buen equipo.